La "Bajá" de San Roque, romería con la que los vecinos de Ceutí rinden homenaje a su patrón, cumple mañana 40 años de tradición y, un año más, los vecinos lo llevarán en andas desde su ermita, en el extrarradio, hasta el templo parroquial en el casco urbano.
La advocación del pueblo por San Roque se remonta a 1648, tras una epidemia de peste que asoló la comarca, y su romería es el núcleo de las fiestas patronales que desde primeros de agosto hasta mediados de mes celebran diferentes actividades lúdicas y culturales.
Mientras algunos romeros esperan en la ermita velando al santo, otros suben desde el pueblo junto a las autoridades municipales para recogerlo acompañados de charangas y bandas de música, entre el estampido de tracas y cohetes.
Todos parten en romería a primeras horas de la noche, aunque sólo le corresponde a los miembros de la cofradía, o peña de San Roque, portar al patrón, así como "bailarlo", cuando durante el trayecto, al grito de "¡aire!", zarandean el paso desde los varales al ritmo de la música que suena en ese momento.
Durante la procesión, el trono va cargado de alhábega que los vecinos han cultivado durante el verano en la huerta y los patios, planta que los porteadores van ofrendando en pequeños ramos a los romeros que encuentran al paso.
Detrás de San Roque desfilan los miembros de la corporación municipal y a continuación multitud de jóvenes empujando y bailando vestidos con los atuendos de las peñas a las que pertenecen.